jueves, 11 de julio de 2013

Messaggio in bottiglia II

Algunos dicen que hay alrededor de 400.
Otros alzan la cifra hasta rondar los 450.
La mayoría tienen solamente un único ojo pero algunos, pocos, tienen dos o incluso tres.
Cuatrocientos ojos son muchos ojos.

En Venecia es difícil escapar de la mirada escrutadora de un puente.

Cada puente, además, custodia un beso.
A veces se oculta entre las claves de un arco; otras, te acecha tras el segundo peldaño o el quinto balaústre de una barandilla.
No hay dos iguales.
Puede tratarse de un casto ósculum en la frente, de un tentador basium o de un libidinoso savium.
Eso solamente se averigua encontrando cada uno.


Si te atreves, te reto a coleccionar los cuatrocientos.


[mensaje proveniente de un portaesencias de cristal de Murano abandonado junto a la Corte Stupenda, en las inmediaciones de San Marco].