lunes, 8 de agosto de 2016

The Coast is Clear

Tras tres fines de semana recorriendo la costa de Norfolk, esta ardilla ha observado que:

  • En esta isla el apelativo de playa se concede a cualquier extensión de terreno no escarpado bañado por el mar, sea cual sea la composición geológica del terreno en cuestión.
  • Cuando baja la marea hay que buscar el mar con prismáticos.
  • Cuando sube la marea hay sirenas que alertan de que si no espabilas puede que tengas el agua al cuello en cuestión de minutos sin siquiera estar tumbado sobre la toalla.
  • Un Fish & Chips es el negocio más rentable de cualquier localidad costera, seguido tal vez por una heladería.
  • El helado de saúco está sorprendentemente bueno.
  • Tener tu propia caseta de dos metros cuadrados al borde de un paseo marítimo en donde guardar tus bártulos playeros es la aspiración de todo veraneante de pro.
  • Don Quijote jamás habría podido cargar contra los molinos de viento isleños porque estos están plantados en mitad del océano.
  • Los conductores del Coasthopper están cansados de vivir y quieren llevarse por delante a la mayor cantidad de veraneantes posible.
  • Los isleños son rosas pero cuando se ponen al sol se vuelven rojos.
  • Mi ama, en su afán por asimilar las costumbres locales, ha pasado de tener la tez aceitunada a rojiza para desentonar menos. Le está bien empleado por infravalorar el sol británico. [Que nadie se inquiete, no pienso permitir que abrace el culto a las sandalias con calcetines].
  • Las máquinas tragaperras abundan en los pueblecitos de veraneo. Será para que los isleños ludópatas que no pueden dedicarse a las apuestas hípicas no las echen de menos durante las vacaciones.
  • Tener un rebaño de ciervos es mucho más sofisticado que uno de vacas o de ovejas.
  • Permitir que tus invitados se bañen en una fuente dieciochesca otorga un toque de distinción (levemente decadente) a toda casa de campo que se precie.
  • La única forma de personalizar una casa decorada hace casi trescientos años es colocando un marco con fotos de tu familia (y tu loro) en cada superficie que encuentres libre.
  • Los vigilantes de sala isleños se aburren tanto como los continentales y son igual de parlanchines y dicharacheros cuando se les pregunta algo. 
  • La edad del pavo humana (pobres pavos, qué culpan tendrán ellos) produce bípedos que intercambian pedradas en mitad de una playa o bípedas que se aplican base y sombra de ojos mientras son azotadas por ráfagas de arena.
  •  Las sombrillas son artilugios inútiles por estos pagos, lo que se lleva son los parapetos cortavientos.
  • Estaciones de tren y grandes superficies de cadenas alimentarias: una historia de amor por escribirse.