Un día de marzo mi ama cogió las
llaves de casa, cerró la puerta, giró el tambor en la cerradura hasta escuchar
un chasquido y, por enésima vez, nos convertimos en protagonistas de aquel poema de Borges que ya he citado en otras entradas. Salvo que, en esta ocasión,
cerrar una puerta hasta el fin del mundo supuso para nosotras un alivio y un
estallido de alegría. En esta mudanza no hubo nostalgia anticipada, ni
sentimientos de pérdida, ojos vidriosos o sabores agridulces. El polvo, la
humedad y el frío que nos envenenaban el alma nos anularon la capacidad para
enternecernos.
La ternura vendría después, cuando
de pronto nos encontramos con siete pares de manos trasladando muebles,
levantando cajas, ensamblando tablas y empaquetando objetos. Los ojos vidriosos
los causaron la sorpresa, la admiración y la gratitud por la ayuda
desinteresada de padres y amigos que en menos de doce de esas dos mil
trescientas cincuenta y dos horas que llevamos calladas consiguieron
transportar una casa entera. Creo que jamás me cansaré de repetir que la
reciente mala fortuna inmobiliaria de mi humana se suple con creces con la
suerte extraordinaria que tiene con los bípedos que se va encontrando por el
camino.
En nuestro nuevo hogar no hay
polvo, ni humedad, ni frío. Hemos cambiado la moqueta por el parquet y todavía
no he visto bajar el termómetro de los veinte grados. Nuestras ventanas miran
al sur y el edificio está bordeado de césped y de árboles a los que trepar.
Cuando hace sol, los rayos vienen a comer con nosotras y, como les gusta el
sofá y son un poco gorrones, se apoltronan en él hasta casi la hora de cenar.
Mi ama ya no se inventa excusas para salir tarde del trabajo y yo
ya no corro el riesgo de desarrollar moho en el pelaje. La vida ha dado un giro
de 180 grados. En esta casita, por fin, somos felices.
Ahora que podemos ofrecer sábanas
secas y toallas perfumadas, que tenemos muebles y que ya no nos avergonzamos de
recibir invitados, puedo finalmente decir que se abre oficialmente la central
de reservas de nuestro B&B para la temporada de verano. He aquí un extracto
de nuestro folleto promocional:
Volunti’s B&B ofrece planes
flexibles, desde solo alojamiento a media pensión y pensión completa. Asimismo,
disponemos de un servicio de acompañamiento para excursiones de media o
de jornada completa. Si desea realizar una consulta o recibir más información
puede ponerse en contacto con nosotros haciendo click aquí.
Alojamiento sujeto a
disponibilidad. Abstenerse huéspedes alérgicos al pelo de ardilla.