martes, 24 de marzo de 2020

Love in the Time of Covid-19

Dice la Real Academia Española que el amor es el sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.

Dice también la RAE, que amor es un sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.

En el diccionario de la lengua española hay catorce acepciones para la palabra amor, y ninguna de ellas capta del todo lo que he observado hacer y decir a los simios en las últimas semanas.

  • Amor son los desconocidos que se ponen voluntarios para hacer compras a otros desconocidos que no pueden abandonar sus viviendas.
  • Amor son los mensajes, las llamadas y los correos electrónicos que, con periodicidad, se aseguran de que sus receptores estén bien y a salvo.
  • Amor son las profesoras de danza o los músicos que organizan clases y conciertos en directo y te invitan a salir mentalmente de tu casa para entrar en la suya durante un rato.
  • Amor son los superiores que comprenden que lo verdaderamente superior es cuidar de los tuyos. 
  • Amor son los amigos que organizan Skypes múltiples desde sus respectivas casas, aunque vivan a cinco minutos los unos de los otros.
  • Amor son los grupos familiares de Whatsapp que pulverizan las distancias y las franjas horarias para intercambiar bromas, noticias, fotos y alguna carcajada que otra pero, sobre todo, para cerciorarse de que nadie faltará a la próxima reunión.
  • Amor son las madres que intentan que sus pequeños jueguen y se entretengan en casa de la manera más estructurada, sonriente y normal posible, pese a la excepcionalidad de las circunstancias.
  • Amor son los padres que se cambian de país, a pesar del riesgo de quedarse atrapados del lado equivocado de la frontera, para que su hija resquebrajada no empiece una nueva vida rodeada de extraños.
  • Amor son las amigas que escriben para decirte que si te quedas atrás, sola y enferma, irán a cuidarte (si les dejan), y lo dicen de verdad.
  • Amor son las hijas y las nietas que desisten de ver a sus padres y abuelas porque no quieren correr el riesgo de contagiarles.
  • Amor son los hijos que prefieren enfermarse y ser puestos en cuarentena antes de permitir que su padre se apague solo en un hospital.
  • Amor son los hijos-hermanos que, aunque estén rotos por dentro, se cargan con la responsabilidad de exponerse para que ninguno de los miembros más débiles de su familia tenga que hacerlo.
  • Amor son los hermanos, los tíos y los primos que se resignan a no despedirse de quien adoran, por mucho que duela, porque no quieren ponerse en peligro los unos a los otros.

Los bípedos me han enseñado mucho en estos siete años que llevo conviviendo con ellos, para bien y para mal, pero últimamente estoy aprendiendo que nada es más duro, ni más aterrador, que juntar el valor necesario para querer verdaderamente a un congénere.

Señores académicos, simios doctos que acotan las palabras del mundo para poder pensarlo y narrarlo, amor debería ser sinónimo no solamente de afecto, de atracción o de entrega, sino también de valentía, de generosidad, de paciencia, de fortaleza y en ocasiones tristemente de renuncia. De sus catorce acepciones, ninguna es suficiente para abarcar todo esto.

De los bípedos estoy aprendiendo que en el mundo ahora mismo hay dos pandemias en marcha, y yo decididamente me quedo con la que no aparece en el diccionario.