viernes, 21 de diciembre de 2012

Bix a bel?


Si el mundo ha de terminar mañana, no podría hacerlo de mejor forma. Qué mejor modo de irse que tras conversar en voz baja con Nonell, Zuloaga y Anglada, habiendo saludado a la ballena y el ornitorrinco del Museo de Ciencias Naturales, saltado de árbol en árbol con mis primas del Trinity Cementery, abrazado la ciudad desde el observatorio del Empire State Building y habiendo viajado una hora al País de las Maravillas.

Los mayas son un pueblo sabio, capaz de cálculos de gran exactitud, y coincido con ellos en que se avecina el fin de una era.

Mañana, día del solsticio de invierno, termina un otoño luminoso como pocos.